Días de pánico y zozobra viven los habitantes de estos dos municipios del Oriente antioqueño por cuenta de las amenazas de grupos armados al margen de la ley.
Ha sido tanto el miedo de las poblaciones, que el comercio permanece cerrado y las familias están confinadas en sus viviendas.
Los 23 alcaldes de esta subregión del departamento le han pedido al Gobierno Nacional un consejo de seguridad extraordinario para tomar medidas y recuperar la seguridad en la zona.
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