Con el uniforme impecable y una mirada que refleja firmeza y vocación, José Félix Angulo, agente de tránsito en Santiago de Cali, habla con orgullo sobre su labor. Su mensaje es claro y directo: “Estoy aquí para servirle a Cali”.
En una profesión frecuentemente incomprendida, José Félix se mantiene firme en sus principios. Para él, el respeto es la base de todo: “Desde casa aprendí que hay que respetar tanto al personal civil como al uniformado. Nosotros, como agentes, también debemos dar ejemplo”, afirma.
No es ajeno a los prejuicios que rodean su labor. Sabe que muchos lo ven como una figura de autoridad que solo busca sancionar, pero se esfuerza por demostrar lo contrario: “A veces piensan que somos los malos. Si levantamos la voz, dicen que gritamos. Pero no es así. Estamos para orientar, no para agredir”.
Su enfoque está lejos de ser punitivo. José Félix cree en la educación como herramienta para construir una mejor convivencia vial: “Muchos conductores se sorprenden cuando no les impongo un comparendo, sino que me tomo el tiempo para explicarles. Educar también es parte fundamental de nuestro trabajo”.
Más allá de los desafíos propios del cargo, Angulo ha enfrentado episodios de discriminación. Pero no permite que eso lo frene: “¿Por ser afrodescendiente no puedo ser agente de tránsito? Tengo las mismas capacidades que cualquiera. Estoy aquí porque me preparé, porque estudié, y porque quiero aportar a mi ciudad”.
Con voz serena pero decidida, concluye: “Eso soy yo, José Félix Angulo, un servidor con vocación. Y estoy aquí para servirle con gusto a Santiago de Cali”.
0 comentarios