La Tricolor se había puesto en ventaja con un golazo de Luis Díaz y jugó buena parte del segundo tiempo con superioridad numérica, pero no supo cerrar el partido y terminó cediendo un empate ante una Argentina sin Messi y con diez jugadores.

En una noche que pintaba para festejo, la Selección Colombia desperdició una oportunidad inmejorable de sumar tres puntos vitales en su camino hacia el Mundial 2026. Pese a tener todo a favor —una Argentina sin Lionel Messi, un gol tempranero de Luis Díaz y la expulsión de Enzo Fernández—, el equipo cafetero no supo sostener la ventaja ni imponer su juego, y terminó resignando un 1-1 con sabor a derrota en el estadio Monumental.

El tanto de Díaz había llegado como un premio a una presión alta y un inicio intenso, pero a partir de la ventaja, Colombia se fue desdibujando. Cedió el protagonismo, se replegó sin claridad y dejó crecer a una Argentina que, a pesar de jugar con uno menos y sin su capitán, encontró en Thiago Almada la chispa necesaria para igualar el marcador con un verdadero golazo.

El equipo dirigido por Néstor Lorenzo mostró poco carácter para manejar el partido con superioridad numérica, y una preocupante falta de ambición que terminó costándole caro. La Tricolor no solo perdió dos puntos que parecían asegurados, sino que también dejó una imagen preocupante en cuanto a su capacidad de cerrar partidos importantes.

En una Eliminatoria tan competitiva, errores como el de esta noche pueden marcar la diferencia. Colombia tendrá que revisar su planteo, su actitud y, sobre todo, su capacidad para aprovechar ventajas que, como esta, no se dan todos los días.