La celebración del padre de Lucho Díaz es una secuencia de imágenes que los colombianos difícilmente podrán olvidar.
Días después de su liberación, Mane Díaz refleja los contraste de un país en el que se pasa del dolor a la esperanza en instantes.
El Metropolitano fue testigo de una noche mágica no solo por el triunfo de la Selección Colombia ante Brasil, el primero en la historia de las Eliminatorias, sino por la felicidad de un padre al que casi le arrebatan el suelo de ver triunfar a su hijo en las canchas.
La celebración del padre de Lucho Díaz es una secuencia de imágenes que los colombianos difícilmente podrán olvidar.
Días después de su liberación, Mane Díaz refleja los contraste de un país en el que se pasa del dolor a la esperanza en instantes.
El Metropolitano fue testigo de una noche mágica no solo por el triunfo de la Selección Colombia ante Brasil, el primero en la historia de las Eliminatorias, sino por la felicidad de un padre al que casi le arrebatan el suelo de ver triunfar a su hijo en las canchas.
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