Colombia no se repone de la muerte de Érika Aponte, de 26 años, a manos de su expareja sentimental quien también se quitó la vida.
Más allá de este hecho, que ocurrió en el centro comercial Unicentro, de Bogotá, la ciudadanía se cuestiona sobre las medidas de protección para las mujeres víctimas de diferentes tipos de conductas violentas por parte de sus compañeros sentimentales.
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Este crimen ocurrió ayer en horas de la tarde, cuando Cristian Camilo Rincón, el presunto agresor, llegó al local comercial donde ella trabajaba, sacó un arma y le propinó dos disparos a la mujer.
Luego de esto, el sujeto se disparó también en la cabeza intentado acabar con su vida de inmediato, pero no fue así, por lo que debió ser trasladado a la Fundación Santa Fe, donde horas más tarde también murió.
Lo que llama la atención de este aberrante caso, es que la mujer acudió ante las autoridades el pasado 11 de mayo, tres días antes de su asesinato, para denunciar a su agresor y para que le dieran una medida de protección.
Frente a esto, la Personería se pronunció en un comunicado, en el cual rechazó los hechos y la violencia contra las mujeres. Asimismo, solicitó a las autoridades una respuesta sobre la razón para que no se tomaran las acciones correspondientes para evitar el fatal hecho.
Al respecto, la alcaldesa Claudia López señaló que la ruta de atención se activó y que como ella había dejado a su expareja y se había mudado, no accedió al servicio de protección.
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