Una crisis sin precedentes ha estallado tras las declaraciones del hijo del presidente Petro en las que, reconoció, el ingreso de dinero irregular a la campaña presidencial de su padre.
En nueve horas de audiencia que se llevaron a cabo ayer, la Fiscalía destapó varias de sus pruebas por las que se acusa a Nicolás Petro y su expareja Day Vásquez por lavado de activos y enriquecimiento ilícito.
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Desde chats, conversaciones e información que ha entregado el hijo del presidente, quien se comprometió a cooperar con la justicia, las autoridades arman uno de los casos más graves en la historia del país sobre financiación de campañas.
En esta investigación ya se conocieron varios nombres de integrantes del Pacto Histórico y del Gobierno Nacional como Benedetti, Prada, la esposa del presidente, Verónica Alcocer, y hasta de personas que estuvieron extraditadas por narcotráfico como el caso de Samuel Santander Lópesierra.
La línea de tiempo y el mapa de torcidos ya se está armando, y se espera que hoy se retome la audiencia y se conozcan nuevos detalles de esta investigación que podría poner en jaque el Gobierno de Gustavo Petro.
Sin embargo, ayer mismo, desde Sincelejo, Petro se refirió a lo que se ha destapado y aseguró: «Este Gobierno se acaba de acuerdo al mandato popular, de nadie más. Y eso es bueno que quede claro en Colombia: no hay nadie que pueda terminar con este Gobierno que no sea el pueblo mismo».
Añadió: «El presidente de la República jamás ha solicitado a ninguno de sus hijos e hijas el delito: ni para ganar ni para financiar campañas ni para nada que tenga que ver con el poder».
Mientras se siguen conociendo reacciones de esta escándalo que parece apenas empezar, la Fiscalía pidió casa por cárcel para Nicolás Petro y la libertad con condiciones para Day Vásquez.
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